Se trata de magdalenas de calabaza sencillas es la forma perfecta de aprovechar al máximo las calabazas de temporada. Están húmedos, ligeramente especiados y no llevan azúcar añadido, a la vez que obtienen un dulzor natural de la calabaza butternut. Son magdalenas que se pueden tomar para desayunar, para el café o como tentempié saciante, y son igualmente adecuadas para quienes siguen LCHF o ceto.Suelo hacerlos cuando me sobra un trozo de calabaza de la cena, y lo mejor es que requieren un trabajo mínimo. Sólo tienes que hervir la calabaza blanda en un poco de nata mezclar la masa y hornear. El resultado son unas magdalenas esponjosas que huelen a canela y vainilla, como un trocito de otoño en el plato.